jueves, 20 de junio de 2024

De ornitorrincos con alas, estereotipos y mitología

A partir de un texto leído en clase de Cultura Clásica sobre la reproducción del mito clásico en la publicidad y en el cine hemos reflexionado sobre cómo la mitología está poblada de arquetipos que nos ayudan a explicar la realidad, pues proporciona toda una serie de elementos y esquemas de vigencia universal fácilmente entendibles por cualquier ser humano.

El ejercicio de comprensión lectora que hemos diseñado incluía una pregunta para pensar, crear y escribir. Dice así:

"Construye una breve historia contigo como protagonista, en la cual tienen lugar dos encuentros inesperados y hay un problema que debes solucionar. Una vez que hayas redactado tu breve narración, descubre en ella los arquetipos que has usado de forma más o menos consciente y analízalos".


Elmar Martínez Amaral ofreció una aventura interesante. En ella vemos aparecer el arquetipo del héroe salvador que tras un encuentro fundamental se ve impulsado a auxiliar y a hacer el bien buscando reestablecer un orden natural quebrantado. Y no le falta a este héroe la faceta de hombre sabio capaz, al final de la historia, de proponer incluso el consabido enigma. Tras la bien conocida catábasis o descenso ad Inferos, aparece la figura femenina maléfica vencida por el héroe, quien en este caso emplea su astucia más que su fuerza. El final de la historia de Elmar es abierto y dramático: no parece previsible que ahora descanse el héroe, pues todavía están por vencer las fuerzas del mal.

Un día cualquiera iba yo paseando sin rumbo por las calles cuando me paró un ornitorrinco y me dijo que tenía que devolverle el vuelo, que sus alas eran muy aburridas si no podía volar. Con esto me entrometí en la aventura de averiguar cómo caracoles iba a volar un ornitorrinco, así que me puse a leer mucho sobre el tema y sobre los antepasados de los ornitorrincos y encontré que fue la primera ave que perdió el vuelo.

Decidí viajar en el tiempo para enterarme cómo había perdido el vuelo y hallé que el causante fue alguien muy oscuro salido de la tierra. Esto me dio a pensar que se trataba de un habitante del Averno. Cuando baje allí encontré a Perséfone, quien me dijo que lo hizo porque el ornitorrinco le debía mucho dinero, y que sus descendientes le iban a pagar todo.

Decidí proponer a Perséfone un enigma y si no lo resolvía, tendría que devolver el vuelo a las aves de todo el mundo. Cuando volví a la Tierra del presente, me encontré que el buen ornitorrinco gobernaba ahora el mundo de forma malvada.