viernes, 29 de enero de 2016

Todo lo que sube ha de bajar

SÍSIFO

Sísifo, hijo de Eolo y fundador de la ciudad griega de Corinto, fue
ESPECIALMENTE FAMOSO POR EL ETERNO CASTIGO QUE SUFRIÓ EN EL HADES.

Consistía éste en empujar eternamente una roca enorme hasta lo alto de una pendiente; apenas la roca llegaba a la cumbre volvía a caer y Sísifo tenía que empezar de nuevo, según descripción del propio Odiseo (clic).

Los mitógrafos discrepan sobre LA CAUSA de esta pena sin fin.

POR "SOPLÓN": Cuando Zeus raptó a la ninfa Egina, fue visto por Sísifo, quien reveló este hecho a Asopo, padre de la doncella, a cambio de que el dios-río hiciera brotar una fuente en la ciudadela de Corinto. Ello provocó la ira de Zeus y la condena eterna.

PORQUE, ADEMÁS, NO QUERÍA MORIRSE: Zeus, encolerizado por el hecho anteriormente referido, envió a la Muerte (Tánato) para que matase a Sísifo, pero él la encadenó, por lo que durante algún tiempo ningún hombre moría. Fue preciso que Zeus interviniera y obligara a Sísifo a liberar a Tánato, momento en el que Sísifo murió. Pero en vez de resignarse, el astuto Sísifo había ordenado a su esposa antes de fallecer que no le tributase las honras fúnebres. Llegado ante Hades, tal defecto de forma irritó sobremanera al dios del Inframundo, quien hizo regresar a Sísifo para castigar a la esposa por aquello. Una vez en la tierra, Sísifo ya no quiso volver, antes bien vivió todavía muchos años. Cuando definitivamente murió, Hades se aseguró de que no volviera a suceder irregularidad alguna con aquel hombre renuente a morir, y le impuso la ya relatada pena.
IMAGEN: TIZIANO, Sísifo (1548): más info haciendo clic.
LEGO-ESCULTURA: clic.
FUENTE PARA EL TEXTO: Pierre Grimal, Diccionario de mitología griega y romana, s.v. "Sísifo"

CANCIÓN: JOSÉ IGNACIO LEPIDO, Mi nombre es Sísifo, del álbum: "Ladridos del perro mágico" (1999)
Sólo soy un hombre
que lleva una piedra en el bolsillo.
Te diré mi nombre antes de morir:
me llamo Sísifo.
Este es mi destino
y no tengo nada bueno que contar.
Sigo mi camino
aunque nunca veo el final.
Como tú ya sabes
siempre me gustó meterme en líos,
jugar con puñales
y desvelar secretos prohibidos.
Este es mi castigo
y a nadie le deseo esta maldición,
ni un vaso de vino
ni un poquito de amor.
Aquí estoy un día más

entre la cumbre y el abismo,
es mi castigo hasta la eternidad.
Lo diré otra vez, otra vez ...
mi nombre es Sísifo.
El viento fue mi padre
y nunca supo qué hacer conmigo,
como Muddy Waters,
me tambaleo y ruedo al precipicio.
Ya lo dijo un listo,
todo lo que sube ha de bajar.
Con mi piedra en el bolsillo
y nada bueno que contar.
Aquí estoy un día más 
entre la cumbre y el abismo,
es mi castigo hasta la eternidad.
Lo diré otra vez, otra vez ...
mi nombre es Sísifo.
Aquí estoy un día más 
entre la cumbre y el abismo,
es mi castigo hasta la eternidad.
Lo diré otra vez, otra vez ...
mi nombre es Sísifo.

martes, 26 de enero de 2016

Agua y sed: serio problema

TÁNTALO

Tántalo es célebre en la mitología sobre todo por EL CASTIGO QUE HUBO DE SUFRIR EN LOS INFIERNOS, del cual se da una descripción en la Odisea, en el "Descenso a los infiernos".

Sin embargo, los autores no estaban de acuerdo sobre EL MOTIVO DEL CASTIGO.

POR ORGULLO: invitado por los dioses a su mesa, habría revelado a los hombres los divinos secretos de los que se había hablado libremente en su presencia.
POR LADRÓN: Quizá había sustraído néctar y ambrosía durante los banquetes, para dárselos a sus amigos mortales.
POR ASESINO Y SACRÍLEGO: Parece que Tántalo inmoló a su hijo Pélope para servirlo como plato a los dioses.

Sea cual fuere su falta, SU CASTIGO ES MEMORABLE.
Pero incluso este castigo se cuenta de diversos modos.
Se decía que SU SUPLICIO CONSISTÍA EN UN HAMBRE Y SED ETERNAS: sumergido en el agua hasta el cuello, no podía beber porque el líquido retrocedía cada vez que Tántalo trataba de introducir en él la boca. Y una rama cargada de frutos pendía sobre su cabeza, pero si levantaba el brazo, la rama se levantaba bruscamente y se ponía fuera de su alcance.

JARABE DE PALO, Agua, del álbum "Depende" (1998)
FUENTE: Pierre Grimal, Diccionario de mitología griega y romana, s.v. "Tántalo".
IMAGEN DE TÁNTALO: clic.

sábado, 23 de enero de 2016

Roma traditoribus non praemiat

VIRIATO, pastor lusitano, hizo frente a la expansión romana en Hispania.
Hombre de gran valor y virtud, murió en el año 139 a. C. traicionado y asesinado por tres de sus lugartenientes.
PARA SABER MÁS sobre VIRIATO es muy recomendable el artículo de Sebastián Martínez en la Revista de Humanidades SARASUATI: clic.
IMAGENJosé de Madrazo, Muerte de Viriato (1813), Museo del Prado (Madrid): clic.

VALERIO MÁXIMO IX, 6.4
La muerte de Viriato fue objeto de una doble acusación de perfidia: contra sus amigos porque fue asesinado por sus manos; contra el cónsul Quinto Servilio Cepión pues él fue autor de este crimen al haberles prometido impunidad, y no mereció la victoria, sino que la compró.

Viriathi etiam caedes duplicem perfidiae accusationem recipit, in amicis, quod eorum manibus interemptus est, in Q. Seruilio Caepione consule, quia is sceleris huius auctor inpunitate promissa fuit victoriamque non meruit, sed emit.
Texto: clic. Traducción propia.
DIODORO SÍCULO XXXIII, 1-3

Los lusitanos, dice, como carecían de un jefe hábil, al principio eran presa fácil en su lucha con los romanos, pero después, una vez que tuvieron a Viriato, causaron gran daño a los romanos. Era éste, en verdad, de los lusitanos que viven junto al Océano; pastor desde niño, se había acostumbrado a una vida montaraz, ayudándole además su complexión física, pues en vigor y en velocidad y en la agilidad de sus miembros aventajaba con mucho a los iberos. Llegó a habituarse a poca comida, a hacer mucho ejercicio físico y al sueño estrictamente necesario. Llevaba siempre armas de hierro y luchaba tanto con fieras como con bandoleros, así que se hizo famoso entre la gente, lo eligieron jefe y rápidamente reunió en torno a su persona a un grupo de bandidos. Progresó en el arte de la guerra de modo que no sólo era admirado por su fuerza, sino que además se hizo valer por ser un excelente estratega. Era también justo en los repartos de botín y engrandecía con regalos según su merecimiento a quienes lo habían hecho bien. Siguió dándose a conocer ya no como bandido sino como príncipe y luchó con los romanos venciendo en muchas batallas.

Ὅτι Λυσιτανοί, φησί, τὸ μὲν πρῶτον οὐκ ἔχοντες ἀξιόχρεων ἡγεμόνα εὐάλωτοι καθίσταντο Ῥωμαίοις πολεμοῦντες, ὕστερον δὲ Ὑριάτθου κυρήσαντες μεγάλα Ῥωμαίους ἔβλαψαν. ἦν μὲν οὖν οὗτος τῶν παρὰ τὸν Ὠκεανὸν οἰκούντων Λυσιτανῶν, ποιμαίνων δ' ἐκ παιδὸς ὀρείῳ βίῳ κατέστη συνήθης, συνεργὸν ἔχων καὶ τὴν τοῦ σώματος φύσιν: καὶ γὰρ Ῥώμῃ καὶ τάχει καὶ τῇ τῶν λοιπῶν μερῶν εὐκινησίᾳ πολὺ διήνεγκε τῶν Ἰβήρων. συνείθισε δὲ αὑτὸν τροφῇ μὲν ὀλίγῃ γυμνασίοις δὲ πολλοῖς χρῆσθαι καὶ ὕπνῳ μέχρι μόνου τοῦ ἀναγκαίου, καθόλου δὲ σιδηροφορῶν συνεχῶς καὶ θηρίοις καὶ λῃσταῖς εἰς ἀγῶνας καθιστάμενος, περιβόητος ἐγένετο παρὰ τοῖς πλήθεσι, καὶ ἡγεμὼν αὐτοῖς ᾐρέθη, καὶ ταχὺ σύστημα περὶ ἑαυτὸν λῃστῶν ἤθροισε. καὶ προκόπτων ἐν τοῖς πολέμοις οὐ μόνον ἐθαυμαστώθη δι' ἀλκήν, ἀλλὰ καὶ στρατηγεῖν ἔδοξε διαφερόντως. ἦν δὲ καὶ δίκαιος ἐν ταῖς διανομαῖς τῶν λαφύρων καὶ κατ' ἀξίαν τοὺς ἀνδραγαθήσαντας ἐξῆρε τοῖς δώροις. προιιὼν δὲ οὐκέτι λῃστὴν ἀλλὰ δυνάστην αὑτὸν ἀναδείξας ἐπολέμησε Ῥωμαίοις καὶ πολλαῖς ἐκράτησε μάχαις [...]
Texto: clicTraducción propia.


lunes, 18 de enero de 2016

¡Invítame a comer, Homo Romanus!

Casi dos terceras partes de los ciudadanos romanos vivían bajo la constante amenaza del hambre. La alimentación de las clases pobres estaba reducida a poco más que una papilla de harina, un trozo de pescado salado y fruta. Estas comidas se complementaban a veces con algunas legumbres u hortalizas cocidas, sobre todo con col. El alimento básico para los más pobres fue el PULS: una especie de gachas de harina de trigo. Este paupérrimo plato derivó, en los tiempos de abundancia, en el puls iuliano, que contenía ostras hervidas, sesos y vino especiado.

Si nuestro Homo Romanus nos prepara CARNE (lo que es un lujo) y se deja aconsejar por el recetario de comidas escrito por APICIO titulado De re coquinaria, nos ofrecerá en su mesa corzo, gamo, jabalí, o algún tipo de ave como tordo, mirlo o pichonesguisados con pimienta, dátiles, miel, vinagre, vino, aceite y mostaza. Pero si de verdad quiere agasajarnos, nos ofrecerá lo más apreciado entre los romanos: criadillas de cerdo, ubres y vulvas de marrana. Presentado con albaricoques y melocotones es porque, definitivamente, ha echado la casa por la ventana.

¿Prefieres PESCADO? En tal caso, si tu Homo Romanus tiene dinero, te invitará a murena (mira el vídeo y prepárate). Este, como otros peces, se presentan en la mesa romana en guisos extraños para nosotros, elaborados con ingredientes poco comunes hoy día, como ciruelas, albaricoques, puré de membrillo, miel, helenio, angélica, etc. 



¡Y con suerte nos invita a CARACOLES! Existían granjas dedicadas a la cría de caracoles, que se consideraban como un manjar exquisito. Se clasificaban por variedades y se realizaban cruzamientos entre ellos para obtener mejores ejemplares. 


La VERDURA elegida para acompañar: cardos, que se prepararán confitados después de tenerlos en maceración con una mezcla de vinagre y miel perfumada con selfión y comino. ¡El anfitrión está gastando mucho dinero!

De POSTRE: dátiles, con los que, por cierto, se hacía un licor dulce que gustaba mucho llamado caryotum. También es probable que nos ofrezca una uvas, frescas o pasas, y pastelillos.

Si la comida ofrecida por nuestro Homo Romanus está muy condimentada es porque el dinero no le falta. El romano condimenta con especias, hierbas, mostaza (que era muy solicitada y solía prepararse por los cocineros según las recetas más variadas), vinagre (había de muchas clases hoy desconocidas: de vino, de calabaza, de peras o de higos) y queso.

¡Ah! ¡Cuidado con el GARUM! Ojalá el cocinero lo dosifique bien, pues en exceso podía transformar un plato dedicado a un manjar nauseabundo. Lo tomaremos mezclado con agua, vino, vinagre, aceite o pimienta, según los platos.

Y todo ello regado con VINO, de mayor o menor calidad según el poder adquisitivo y la generosidad de quien invita. Los vinos se cocían y aromatizaban y se empleaban como aperitivos y como licores que se mezclaban con miel y se dejaban envejecer para servirlos al comienzo de los banquetes.

¡Y atención a las almendras si te las ofrecen al inicio del banquete! Su función es provocar sed para beber más durante la comida.

Si salimos a la calle a comer con nuestro Homo Romanus, tomaremos algo caliente o frío en un establecimiento de comida preparada llamados cauponae. Allí nos inclinaremos por la SALCHICHERÍA, que ofrece numerosas variedades. Los romanos tenían gran predilección por los picadillos, que confeccionaban con los más diversos productos y aromatizaban con distintos condimentos. Estos preparados se embutían en tripas de cerdo para conservarlos, obteniéndose así singulares embutidos que denominaban botella y farcimina. Y podría invitarnos a un trago de muslum, el primer mosto. Lo malo es que haya sido cocido en utensilios de plomo, altamente tóxicos (sobre el peligro del saturnismo: clic). Según vamos caminando por la calle relajadamente llevaremos en la mano un buen puñado de GARBANZOS FRITOS y así nos entretenemos "picoteando" algo.

Fuente: http://almacendeclasicas.blogspot.com.es/2012/12/la-cocina-de-los-romanos_9.html
Para saber más: http://derecoquinaria-sagunt.blogspot.com.es/ http://latinygriego.webcindario.com/derecoquinaria_cas.pdf

CENA DE TRIMALCIÓN (de la novela de Petronio: Satiricón)
33
Todavía no habíamos acabado las entradas cuando se nos sirvió un gran repositorio con una cesta encima. En ella había una gallina de madera con las alas desplegadas en torno como suelen hacerlo las cluecas. Luego se aproximaron dos esclavos y, al son de la música, se pusieron a rebuscar en la paja, y sacaron de abajo varios huevos de pavo real que fueron distribuidos a los comensales. Trimalción, contemplando esta escenificación, nos dijo:

-Amigos, he hecho incubar huevos de pavo real por una gallina y me temo, por Hércules, que ya estén empollados. Probemos, sin embargo, si todavía están sorbibles.

Recibimos unas cucharas que por lo menos pesaban media libra, y cascamos los huevos que estaban muy bien hechos de pasta. Casi arrojé mi porción pues creí que ya estaba formado el pollo, pero oí decir a una vieja comensal:

-No sé qué delicia debe de haber aquí.

Continué, pues, descascarándolo con la mano y me encontré con un gordísimo papafigo arrebolado en salsa de yema de huevo y pimienta. 

[...]

36
Cuando acabó de hablar, se presentaron cuatro danzarines y, al compás de la música, levantaron la tapa del piso superior del repositorio. Esta operación nos permitió ver debajo (en otro plato) pollos cebados y ubres de marrana!. En el centro había una liebre decorada con alas para que pareciese un Pegaso. También notamos en las esquinas del repositorio cuatro Marsias con odrecillos que vertían garo con pimienta sobre unos pescados que parecían nadar en un canal.
[...]

40
Se trajo un repositorio sobre el que iba un jabalí de lo más descomunal y con un píleo por añadidura. De sus colmillos pendían dos canastillas de palma, una con dátiles cariotas y otra con dátiles tebaicos. Alrededor la bestia tenía unos lechoncitos de mazapán en posición de mamar, para dar a entender que se trataba de una hembra. Los lechones, por supuesto, nos fueron distribuidos como recuerdos.

Además contaré que, para cortar el jabalí, no vino aquel: Carpo que despedazó los pollos cebados, sino un gran barbudo con las pantorrillas ceñidas con correas y envuelto en un multicolor manto de caza. Desenvainó éste un cuchillo de caza, lo clavó con fuerza en las costillas del jabalí, y varios tordos escaparon volando del corte.

Unos pajareros con sus varetas ya estaban preparados para esto, y al instante atraparon las aves que revoloteaban en el triclinio. Trimalción ordenó damos un pájaro a cada uno.

-Mirad -decía- las finísimas bellotas con que se alimentaba este cerdo salvaje.

Seguidamente los esclavos tomaron las canastillas que colgaban de los colmillos y distribuyeron a los comensales porciones iguales de dátiles cariotas y tebaicos. 



 FUENTE: http://www.tarraconensis.com/comidas/comidas.html

viernes, 15 de enero de 2016

Latín II (2º BCHTO) Unidad Didáctica 7


VIRGILIO, Geórgicas II, 475-486, 490-499
475 Me vero primum dulces ante omnia Musae,
quarum sacra fero ingenti percussus amore,
accipiant caelique vias et sidera monstrent,
defectus solis varios lunaeque labores;
unde tremor terris, qua vi maria alta tumescant
480 obicibus ruptis rursusque in se ipsa residant,
quid tantum Oceano properent se tingere soles
hiberni, vel quae tardis mora noctibus obstet.
sin has ne possim naturae accedere partis
frigidus obstiterit circum praecordia sanguis,
485 rura mihi et rigui placeant in vallibus amnes,
flumina amem silvasque inglorius
475 A mí, en verdad, antes que nada, las Musas dulces sobremanera,
cuyos misterios celebro herido de grande amor,
me acojan, y los caminos del cielo y también las estrellas me muestren,
las desapariciones del sol y las variadas fatigas de la luna;
de dónde viene el temblor de tierra, por qué fuerza las profundas aguas del mar se hinchan
480 rotas sus barreras y vuelven luego a guardarse en sí mismas.
por qué de ese modo se apresuran a sumergirse en el océano los soles
de invierno, o qué dilación a las noches perezosas estorba.
Y si no pudiera tener acceso a estos asuntos de la naturaleza
por haberlo impedido la sangre fría que rodea al corazón,
485 los campos sean mi delicia y las aguas que empapan los valles,
los ríos ame yo sin gloria, y los bosques.

490 Felix qui potuit rerum cognoscere causas

atque metus omnis et inexorabile fatum
subiecit pedibus strepitumque Acherontis avari:
fortunatus et ille deos qui novit agrestis
Panaque Silvanumque senem Nymphasque sorores
495 illum non populi fasces, non purpura regum
flexit et infidos agitans discordia fratres,
aut coniurato descendens Dacus ab Histro,
non res Romanae perituraque regna; neque
ille
aut doluit miserans inopem aut invidit habenti.

490 Feliz quien pudo conocer las causas de las cosas,
y todo tipo de miedo y el destino inexorable
sometió bajo sus pies y el estrépito del codicioso Aqueronte;
afortunado también aquel que conoce a los dioses del campo,
a Pan y al viejo Silvano y a sus hermanas las Ninfas
496 A este ni los honores del pueblo ni la púrpura de los reyes
doblegan o la discordia que agita a los hermanos desleales
o el dacio que baja desde el Danubio en conjura
ni los asuntos de Roma ni los reinos a punto de perecer; ni tampoco aquel
o se duele compadeciéndose del pobre o envidia al que tiene.

Fuente del texto latino: Bibliotheca Augustana, clicTraducción propia.
Imágenes de Katsushika Hokusai: arriba "La gran ola de Kanagawa" (1826-1833); abajo: "Soshu Choshi" (1832-1834).

jueves, 14 de enero de 2016

Heu nos miseros! Epitafios de alumnos (I)

¡Ya lo sé! ¡No suena bien!

POR ESO ES UN TRABAJO VOLUNTARIO: la profesora se siente incapaz de obligar a los alumnos de Latín de 4º a escribir su propio epitafio.

Un par de ellos ya lo han hecho, voluntarios e inspirados por la lectura de "Nuestro Homo Romanus nace".
Léelos haciendo clic aquí

IMAGEN: Info

Heu me miseram! Epitafios de alumnos (III)

Yo, Domicia Lucila, esclava e hija de Julio Calvisia y Domicia Lucila la Mayor, viví XVIII años, no tuve una vida digna de recordar. Al fin y al cabo me siento orgullosa por lo que hice durante mi estancia en la tierra.

Quiero que los dioses tengan en cuenta mi gran esfuerzo por hacer felices y satisfacer a mis patrones en lo que me pedían.

Mi último deseo sería que en la sociedad todas las personas fueran tratadas por igual ignorando su condición social.
Gracias por todo.


Valentina Cortés Narváez (4ºD)
IMAGEN 2: Info

Heu me miserum! Epitafios de alumnos (II)

Yo, Abelus, 


yazco enterrado aquí, tras nacer en Roma y formarme como deportista, tras hacer largos viajes a Grecia, tras entrenarme duramente para los Juegos Olímpicos, yo, el campeón de los campeones, ganando hasta tres veces mi disciplina olímpica, enfermé en una comida lujosa junto a los demás campeones, por un pescado que me transmitió una enfermedad mortal, de la cual no me pude recuperar.

Si estás leyendo esto, haz una reverencia por mí, por el velocista campeón, para que los Dioses te dejen vivir en paz y se apiadan de mi alma inmortal.

Abel Tornero Saugar (4ºB)



IMAGEN 1: Info

miércoles, 13 de enero de 2016

¡Homo Romanus, ten cuidado con las termas! ¡...y con el garum, a ser posible!

No estamos pensando precisamente en el peligro de que roben la ropa que nuestro "Homo Romanus" deja ingenuamente en los nichos del apodyterium (en esos casos lo usual era dar una propina a un esclavo a cambio de su custodia). Nos referimos, más bien, a que nuestro hombre saldrá de la termas relajado y oliendo bien, sin duda, y con menos suciedad, sin duda, pero... ¡También con más parásitos!

Y es que estudios llevados a cabo por el doctor Piers Mitchell, del Departamento de Arqueología y Antropología de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, evidencian que los romanos eran más limpios de lo que estaban, podría decirse.

El doctor Mitchell ha estudiado los parásitos hallados en letrinas de todo el imperio romano, en entierros humanos y en ‘coprolitos’ –o heces fosilizadas–, así como en peines y en textiles de época romana.


Las conclusiones: Ciertos parásitos intestinales como las lombrices o la triquina parecen aumentar con la llegada de los romanos y, a pesar de su famosa cultura del baño regular, los ‘ectoparásitos’ como los piojos y las pulgas estaban tan extendidos entre los romanos como entre los vikingos y las poblaciones medievales, donde el baño no se practicaba ampliamente.

¿Cómo es esto posible en una civilización que dio tanta importancia al uso del agua corriente y al ritual del baño, y que incluso había desarrollado leyes para que los excrementos y las basuras fueran retiradas de las calles de las ciudades?

El doctor Mitchell sopesa la posibilidad de que hayan sido las cálidas aguas de las termas públicas las que ayudaron a difundir los gusanos parásitos. El agua se cambiaba con poca frecuencia en algunos baños y probablemente se formaba en la superficie una capa de suciedad humana mezclada con cosméticos.

Otra posible explicación planteada por los investigadores es el uso de excrementos humanos como fertilizante agrícola, lo que puede dar lugar a la propagación de huevos de parásitos. Es incluso posible que las mismas heces que la ley romana ordenaba recoger de las calles fueran utilizadas como abono con las consecuencias negativas antedichas.

¿Y por qué ponemos en guardia a nuestro "Homo Romanus" también a propósito del garum? Pues porque el estudio del doctor Mitchell encontró que los huevos de tenia estaban generalizados en el periodo romano, hecho que los investigadores explican como una desagradable consecuencia del amor de los romanos por el garum (salsa hecha con piezas de pescado fermentado, hierbas, sal y aromas). Efectivamente, el parásito tenia de los peces de las zonas del norte de Europa se propagó fácil y rápidamente guardado en los frascos sellados de garum que llegaban a todas las partes del imperio.

¡Una imperial manera de globalizar los problemas!

Fuente: cliquea.

martes, 12 de enero de 2016

"Que me odien, con tal de que me teman": Calígula según Suetonio, una lectura para Latín I

"Oderint dum metuant"
"Tras haber vaciado las arcas del estado, Calígula recurrió a las subastas, a los impuestos y a las falsas acusaciones para intentar volverlas a llenar. En una ocasión que se hizo famosa, sacó a subasta a precio de saldo todo lo que había sobrado de los juegos que acababa de organizar. Le dijo al subastador que no perdiera de vista al pretor Aponio Saturnino, que se había dormido y no dejaba de dar cabezadas como si asintiera. La puja terminó por fin y cuando Aponio despertó, descubrió que había comprado trece gladiadores por valor de nueve millones de sestercios (el precio de mercado de un gladiador oscilaba entre los mil y los quince mil sestercios, según la calidad)".
Tomado de: Peter Jones, Veni, vidi, vici, Hechos, personajes y curiosidades de la antigua Roma, ed. Crítica, 2013, pág. 240.
Mas sobre el libro: clicMás sobre Calígula en nuestro blog: clic.

lunes, 11 de enero de 2016

Nuestro "Homo Romanus" nace

Los alumnos de Latín de 4º ESO están ya en plena labor. La actividad didáctica "Homo Romanus" (clic) toma forma. Y para ello necesitan más información sobre la vida cotidiana en Roma.

Aquí aparecen unas cuantas inscripciones sepulcralesBreves pero tan reales como la vida misma, nos hablan de habitantes del Imperio, de sus cuitas, de su final. Todas están tomadas del libro de Robert C Knapp: Los olvidados de Roma, en la traducción al castellano de la editorial Ariel (2011), con indicación de la página.

Leamos, pues, los textos ya que pueden aportar alguna idea, sirviendo así para dar forma a nuestro "Homo Romanus"Y es aconsejable leer la reseña sobre este libro de Knapp aparecida en nuestro Blog.


TEXTO 1: “Yo, el más desgraciado de los padres, he grabado esto en recuerdo de mi hijo que, pobrecillo, pereció en la piscina. Vivió tres años y seis meses”. (Inscripción sepulcral, Pág. 49)
TEXTO 2: “A los espíritus del mundo de las tinieblas y a la eterna memoria de [**], veterano de la Primera Legión Minerva, sabio y honrado negociante de Lyon que comerciaba con artículos de cerámica. Vivió 59 años, 5 meses y 10 días. Nació un martes, se convirtió en veterano un martes y murió también un martes. [**], su hijo, y [**], su esposa erigieron este monumento y se lo dedicaron”. (Inscripción, Pág. 215)

TEXTO 3: “Aquí yace Silo, que llevaba a los agradables banquetes de jóvenes la chicas licenciosas que deseasen; cazador de chicas débiles que se ganaban un salario deshonroso traficando con carne humana. Pero caminante, no tires piedras a su tumba ni le pidas a otro que lo haga. Está muerto y enterrado. Perdónale, no porque le pareciese bien ganarse así la vida, sino porque, al proporcionarles mujeres corrientes, apartaba a los jóvenes del adulterio”. (Inscripción sepulcral, Pág. 241)

TEXTO 5: “Yo, que rebosaba confianza en el estadio, ahora soy un cadáver, caminante, un reciario de Tarso, miembro del segundo equipo, [de nombre] Melanipos. Ya no oigo el sonido de la trompeta de bronce batido, ni provoco el estruendo de las flautas en un desigual combate. Dicen que Hércules completó doce trabajos, pero yo, tras completar el mismo [número], llegué a mi fin en el decimotercero. Thallos y Zoe erigieron a su costa este monumento en memoria de Melanipos”. (Inscripción sepulcral, Pág. 255)

TEXTO 6: “Aquí yace Vitalis, esclavo e hijo de [**]. Vivió 16 años. Como responsable de la taberna fue amado por sus amos; luego fue llamado también por los dioses. Transeúntes, si alguna vez os serví menos para incrementar los beneficios de mi padre, perdonadme. Pido en nombre de los dioses del cielo y del infierno que cuidéis de mi madre y de mi padre”. (Inscripción sepulcral, Pág. 140).