Anno DCCCXXXII a.U.c.
Domiciano, el hijo del emperador Vespasiano, y su ayuda de cámara Partenio recorren 5249 kilómetros. Salen de Corduba al día siguiente del ascenso al poder de Tito, que tuvo lugar el 24 de junio del 79 d. C., y llegan a Bizancio cuarenta días más tarde.
Pero el viaje no es por puro placer. Domiciano prepara una muerte terrible para su hermano y busca en Bizancio un insecto asesino que acabará con la vida de Tito, propiciando así su inmediato ascenso al poder.
Sobre la controvertida muerte de Tito, quizá a manos de Domiciano, quizá debida a la acción de un insecto que se instaló en su cerebro, cf. wikipedia.
Sobre la alopecia de Domiciano que tanta frustración le causaba, cf. también wikipedia, donde aparece una cita de Suetonio que alude a su calva enorme.
A continuación ofrecemos la estupenda aportación de los alumnos Marco Fernández y Luis Labrandero al proyecto "Viajando por el Imperio (4º ESO)".
Domiciano, el hijo del emperador Vespasiano, y su ayuda de cámara Partenio recorren 5249 kilómetros. Salen de Corduba al día siguiente del ascenso al poder de Tito, que tuvo lugar el 24 de junio del 79 d. C., y llegan a Bizancio cuarenta días más tarde.
Pero el viaje no es por puro placer. Domiciano prepara una muerte terrible para su hermano y busca en Bizancio un insecto asesino que acabará con la vida de Tito, propiciando así su inmediato ascenso al poder.
Sobre la controvertida muerte de Tito, quizá a manos de Domiciano, quizá debida a la acción de un insecto que se instaló en su cerebro, cf. wikipedia.
Sobre la alopecia de Domiciano que tanta frustración le causaba, cf. también wikipedia, donde aparece una cita de Suetonio que alude a su calva enorme.
A continuación ofrecemos la estupenda aportación de los alumnos Marco Fernández y Luis Labrandero al proyecto "Viajando por el Imperio (4º ESO)".
Dia I: Ante diem VII Kalendas IUL. Tito Flavio Domiciano (Marco Fernández)
Ayer fue un gran dia. Tras acceder mi hermano Tito al poder, nos ha regalado un viaje por la costa hasta que él acabe de asumir el poder en Roma. Hoy hemos tratado de partir de la ciudad de Corduba. Pero mientras Partenio, mi chambelan, estaba en la herrería buscando un buen arma con el que defenderme, yo estaba llenando el gaznate. En ese instante he visto un rostro que me sonaba, pero no ha sido hasta que han robado nuestro carruaje que le he reconocido como un famoso pirata buscado por la ley. Inmediatamente he llamado a mi chambelán y juntos hemos enviado una legión en su busca. A pesar de todo no me preocupa, pues enseguida Partenio me ha dicho que conseguiría otro transporte, y en apenas unas horas ya teníamos listo un carruaje que era incluso mejor que el anterior.
Mientras esperábamos la llegada de este, he decidido ir a pasar la tarde al circo, donde he podido observar un mosaico de un auriga venciendo que me ha parecido muy curioso, así como la inscripción en la que ponía: L. Iunius Paulinos, duoviri, que implicaba que ahí solo se podía sentar los magistrados superiores de la colonia, aparte de mí, claro. ¡Ventajas de ser el hermano del emperador! Pero en el momento en el que iba a acomodarme, me he dado cuenta de que me faltaba mi más preciado peluquín “¡Imberbes bastardos!”, ha sido mi primer pensamiento, “Seguro que me lo han robado junto al carruaje! Voy a tratar de que este tema se lleve en la mas absoluta discreción”.
Mientras, proseguimos nuestro viaje con muchas ganas de llegar a la costa. Necesito tumbarme al sol, a solas, y relajarme, mojarme un poco, pues el peluquín actual da mucho calor, y sobretodo necesito contratar alguna bailarina, jajajaja. Mas principalmente quiero reunirme con unos comerciantes del sur para comprarles un insecto muy especial, un regalo para mi querido hermano que espero que disfrute. Continuamos nuestro viaje.
Día XVIII: Postridie Idus IUL. Partenio (Luis Labrandero)
Nuestra llegada a Carthago no fue la mejor, ya que Domiciano no estaba de muy buen humor por el robo de su preciada peluca y del carruaje. Cada vez que alguien le miraban por encima del hombro, ordenaba a sus hombres que lo mataran con el motivo de “desacato a la autoridad”. ¡ Oh, dioses! ¡Le tendré que conseguir otro peluquín! Esto no sería un problema si no fuera que al señor le gustan naturales. ¿ A qué me refiero ? Pues a que tendré que matar a alguien para conseguirlos, lo que hará que nuestra imagen se vea más perjudicada.
Dia XXX : Ante diem VIII Kalendas AUG. Partenio
Hemos llegado a Corinthus, una preciosa ciudad de Grecia, en la que desembarcamos para visitarla. Después de pasar un tiempo viendo la ciudad, nos avisaron unos soldados de que posiblemente habían visto a los delincuentes que nos robaron el carro. Domiciano, hecho una furia, mandó a esos soldados no perder el tiempo y que les cazaran, preferiblemente vivos. No se por qué, la verdad, pero creo que tiene que ver algo con su pelo, ya que no se está cambiando últimamente de peluquín. El señor no deja a nadie entrar en su cuarto, ni siquiera para hacer la cama, porque creo que oculta algo, algo relacionado con su misteriosa ausencia hace unas semanas. En cualquier caso nos lo estamos pasando bien en este viaje y espero que continúe así, sin malas sorpresas.
Día XLI : Nonas AUG. Tito Flavio Domiciano
¡Por fín hemos llegado a la playa! Después de un largo y gustoso viaje, hemos logrado llegar a la costa. En el camino hemos hecho varias paradas; las sirvientas han hecho recados y han cocinado, y hubo un dia que prepararon algo para comer buenísimo, me lo recomendó mi padre, Vespasiano, antes de morir, creo que se llamaba "Bucatini all' amatriciana", y como su nombre indica es de Amatrice, así que he enviado a un siervo a por los ingredientes allí (bueno en realidad le mandé dos semanas antes, pues si no, no habría llegado en el mismo dia).Y cuando ha venido me lo he tomado con una bebida muy buena llamada passum, ha sido genial.
También hemos pasado por lugares como Carthago o Corinthus, aunque creo que mi joven ayudante Partenio ha escrito también algunas líneas sobre nuestro viaje, mas no creo que haya contado ni descubierto mis planes así que resumiré lo que ha pasado estos días.
Poco antes de salir de la ciudad de Carthago, obligue a un par de sirvientes a acompañarme al sur para comprar materiales secretos a unos comerciantes. Nadie puede saber esto, ni siquiera mi ayudante, así que le convencí para que creyese que necesitaba más peluquines y matase por las cabelleras. De los comerciantes conseguí un pegamento muy bueno y, lo más importante, una especie de bicho que puede matar sin que nadie se dé cuenta, un regalo para mi hermano que espero que disfrute, jajajaja.
De Bizancio puedo decir que es una hermosa ciudad, aunque se ve pobre a causa de la guerra. Desde hace unos doscientos años es una ciudad libre y, según tengo entendido, se van empezar a cuidar estas ciudades del litoral. También se nota ligeramente la influencia griega, un poco del helenismo antiguo. Espero disfrutar estos días de paz y reposo.
Este ha sido, según creo, el último día que escribo esto y creo haber resumido muy bien mis vivencias. ¡Júpiter todopoderoso os guarde!
Dia XLII: Ante diem VII Idus SEPT. Tito Flavio Domiciano
No pensaba volver a escribir, pero esto merece unas pocas líneas. Y es que hace poco han encontrado a uno de los piratas que me robó el carro y ayer me lo trajeron desde Londinum. He mandado a que le saquen toda la información que tenga, pero según parece no es el capitán así que así que los soldados no han podido extraer mucho.
La verdad es que me ha gustado mucho su pelo, de modo que le he encargado a mi ayudante que se lo arranque y luego le quite la piel a tiras.
La semana que viene vuelvo a Roma, en ese momento le daré el insecto a mi hermano. ¡Salvete!
Dia XLII: Ante diem VII Idus SEPT. Tito Flavio Domiciano
No pensaba volver a escribir, pero esto merece unas pocas líneas. Y es que hace poco han encontrado a uno de los piratas que me robó el carro y ayer me lo trajeron desde Londinum. He mandado a que le saquen toda la información que tenga, pero según parece no es el capitán así que así que los soldados no han podido extraer mucho.
La verdad es que me ha gustado mucho su pelo, de modo que le he encargado a mi ayudante que se lo arranque y luego le quite la piel a tiras.
La semana que viene vuelvo a Roma, en ese momento le daré el insecto a mi hermano. ¡Salvete!
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