Tal día como hoy, las mujeres de Roma celebraban las Matralia, fiestas en honor a Mater Matuta.
Ella era diosa de la aurora (de su nombre se deriva el adjetivo matutinus) y tenía un templo en Roma cercano al templo de la Fortuna, en el Foro Boario, ambos consagrados y dedicados por el rey Servio Tulio.
En el tercer día antes de los idus de junio (que son el 13) nos encontramos poco antes del solsticio de verano. La duración de los días no ha dejado de aumentar desde hace seis meses en detrimento de la duración de la noche. Y hoy precisamente parece estabilizarse este movimiento estacional para acto seguido dar comienzo al movimiento inverso, un retroceso que culminará seis meses después en el solsticio de invierno, de larguísima noche y muy breve día.
Es hoy, por lo tanto, cuando conviene alentar a la Aurora (o a las Auroras de cada día) para que se pongan en guardia ante esa contraofensiva de las tinieblas que inician implacables su cuenta atrás retardando el amanecer, la salida del Sol levante.
Georges Dumézil en su tercer tomo de Mito y Epopeya, dedicado a Roma, nos informa sobre el primitivo sentido naturalista de este mito indoeuropeo que los romanos continuaron, si bien ya perdido su sentido estacional, en la forma de un ritual que tenía lugar todos los 11 de junio y que era de este modo:
Las damas romanas reunidas en el templo de Mater Matuta sacan de allí, a fuerza de empellones y golpes, a una esclava a la que previamente habían dejado pasar violando la regla que prohíbe la entrada en el templo de gente servil. Ello vendría a significar cómo la Aurora, o las Auroras, expulsan del cielo a la mala Oscuridad.
Seguidamente las matronas romanas tomaban en sus brazos no a sus hijos, sino a los hijos de sus hermanas, y los encomendaban a la diosa. Según Dumézil esta segunda parte del ritual significa (en la medida que lo reproduce e imita en un acto de "magia simpática"), la acogida que las Auroras dan al Sol cada día a la manera de un recién nacido que acaba de parir la Noche, hermana de ellas.
Este espíritu maternal de Mater Matuta, que se comporta como una tía cariñosa, explica bien su correspondencia con la ninfa griega Leucotea, tía del dios Dionisos al que cuidó recién nacido granjeándose con ello el odio implacable de Hera.
Duzémil ahondará además en el mito investigando la figura del héroe romano M. Furio Camilo que se mueve en los límites entre la leyenda y la realidad histórica como un protegido-adoptado por la bondadosa Mater Matuta, madrina de héroes.
El 11 de junio bien podría ser el "Día de las tías" en el mundo romano
Imagen arriba: Jean-Honoré Fragonar 1755
Imagen abajo: wikipedia.
Libro citado: Georges Dumézil, Mito y Epopeya III. Historias romanas. Fondo de Cultura Económica, edición de 1996, págs. 89 -186.
No hay comentarios:
Publicar un comentario