FRANCISCO DE QUEVEDO
En crespa tempestad del oro undoso
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1En
crespa tempestad del oro undoso
nada golfos de luz ardiente y pura
mi corazón, sediento de hermosura,
si el cabello deslazas generoso.
5Leandro
en mar de fuego proceloso
su amor ostenta, su vivir apura;
Ícaro en senda de oro mal segura
arde sus alas por morir glorioso.
9Con
pretensión de fénix encendidas
sus esperanzas, que difuntas lloro,
intenta que su muerte engendre vidas.
12Avaro y
rico, y pobre en el tesoro,
el castigo y la hambre imita a Midas,
Tántalo en fugitiva fuente de oro.
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Y ahora ahondaremos en el poema, meteremos la mano en sus tripas hasta el corazón, como médicos forenses, para desentrañar todo su sentido y significado.
Para ello analizamos el vocabulario (léxico); cómo están organizadas sus palabras (sintaxis); y el sentido figurado que se oculta tras cada verso, cada palabra, cada fonema (estilo).
Y al acabar, si te has atrevido a saber, lo entenderás mejor.
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