Hablábamos hoy, en nuestra primera clase de Cultura Clásica de 3º ESO, del uso de la orina en la antigua Roma. Dijimos que los romanos elaboraban dentífricos que contenían, entre otros materiales, también orina humana, siendo especialmente cotizados aquellos producidos en Hispania.
Pero los romanos no sólo recopilaban orina destinada a este uso. También la utilizaban para limpiar y blanquear ropa en establecimientos públicos que recibían el nombre de fullonicae. Una fullonica vendría a ser como una tintorería de hoy en día.
A las puertas de estos locales se colocaban grandes recipientes donde los viandantes podían dejar su orina. El dueño de la fullonica debía pagar un impuesto al emperador por aquella orina que había recopilado (si los ciudadanos son propiedad del emperador, el emperador es por lo tanto dueño de la orina de sus ciudadanos).
La orina se dejaba reposar, produciéndose así un proceso de descomposición que daba lugar a amoniaco (NH3), sustancia que hoy día se utiliza en muchos productos de limpieza.
Los trabajadores de la fullonica sumergían las prendas en recipientes con orina y metían allí sus pies para pisar las telas mojadas. De esta manera producían un efecto semejante al que logra el tambor de nuestras lavadoras actuales (por cierto, este proceso recuerda al aplastado de las uvas para hacer vino a la manera tradicional).
Limpiar y blanquear ropas en la fullonica era muy caro, tanto que cuando se invitaba a alguien a cenar se le pedía que llevara su propia servilleta para que el dueño de la casa se ahorrara el coste de la lavandería. A los invitados les compensaba traer su propia servilleta pues así aprovechaban para llevarse a casa las sobras de su cena envueltas en ella.
Si algún grupo de alumnos de Cultura Clásica de 3º E.S.O. quiere trabajar en "Elaboramos un proyecto comercial", podría animarse a poner en marcha una fullonica.
¡Pero que sepa muy bien dónde va a tener que meterse!
¡Pero que sepa muy bien dónde va a tener que meterse!
Imágenes: Fullonica de Stephanus (Pompeya)
Para saber más, leed en el blog del médico Francisco Javier Tostado: "La orina, ese oro líquido" (haz clic aquí), y en el blog de Jesús G. Barcala: "Es verdad, los romanos usaban la orina para lavar la ropa y otras cosas peores" (haz clic aquí).
No hay comentarios:
Publicar un comentario