Espléndido hijo de los dioses, cuando privado de tu amada
fuiste a la orilla del mar y le lloraste al oleaje,
quejoso ansiaba ir tu corazón al abismo bendito,
al silencio, lejos del ruido de los barcos,
lejos y hondo bajo las olas, donde mora en gruta gozosa
la bella Tetis, la que te protegía, la diosa del mar.
Ella, poderosa diosa que tiernamente amamantó
al niño en la costa rocosa de su isla, era la madre
del joven y lo crió para héroe,
con la canción bravía de las olas y el baño vigorizante.
Y la madre acogió la queja del joven,
afligida ascendió del fondo del mar como una nubecilla,
aplacó con tiernas caricias los dolores de su querido,
y este oyó cómo ella cariñosa prometía ayudarle.
POEMAS. Friedrich Hölderlin (Edición bilingüe). Traducción: Eduardo Gil Bera. Prólogo de Félix de Azúa. Lumen, Barcelona, 2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario