Aún no estaba abierto este Blog. Era la primera semana de clase, la segunda quincena de septiembre. Y ocurrió que padecimos un sangriento ataque de belicosas sirenas en forma de publicidad y publicidad y publicidad... Así nos lo pintaba Juan José Millás, quien a su vez citaba a Ángel González (Millás había tomado uno de los libros del poeta de "los suburbios de su librería";)
El texto de Juan José Millás para leer, entender y comentar lo pongo abajo junto con las actividades que debíais traer hechas de casa. Recordad: nuestro autor no regresa a Ítaca, sino a la oficina; viaja en autobús, no en una nave; se aferra a un libro y no al mástil como Odiseo; y tiene que soportar los reclamos publicitarios, cantos de sirena que le susurran al oído "obscenidades cancerígenas". "No hay héroe capaz de resistirlos", se duele Millás, "ni Penélope que lo aguante".
El texto de Juan José Millás para leer, entender y comentar lo pongo abajo junto con las actividades que debíais traer hechas de casa. Recordad: nuestro autor no regresa a Ítaca, sino a la oficina; viaja en autobús, no en una nave; se aferra a un libro y no al mástil como Odiseo; y tiene que soportar los reclamos publicitarios, cantos de sirena que le susurran al oído "obscenidades cancerígenas". "No hay héroe capaz de resistirlos", se duele Millás, "ni Penélope que lo aguante".
Pero ¿qué voces encantadoras fueron capaces de emitir aquellas sirenas para enloquecer así a los marinos griegos? El compositor francés Claude Debussy las imaginó y lo plasmó de forma magistral en el último de los tres cuadros sinfónicos que componen su obra Nocturnes, compuesta entre 1897 y 1899 (aconsejo abrir ahora el video que encabeza esta entrada si es que no se había hecho antes).
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