miércoles, 11 de enero de 2017

¡Menudo tráfico en el Imperio!

En el marco del proyecto "Viajeros en Roma", los alumnos de Cultura Clásica de 3º y 4º ESO realizan una serie de lecturas evaluables mediante la realización de un cuestionario que valora el grado de comprensión lectora.

4º ESO debe leer el siguiente texto tomado de:

Jorge García Sanchez, Viajes por el antiguo imperio romano. Exploradores, navegantes, sabios y peregrinos a la aventura por un Mediterráneo aún repleto de misterios. Ed. Nowtilus. 2016, Págs. 49-56

Los latinos no inventaron sus vehículos rodados, sino que los adoptaron de los etruscos y de los pueblos célticos, adecuándolos a sus necesidades. A finales de la República circulaban por Roma, enganchadas a sendos caballos, o incluso ponis, las esseda. De carros de guerra galos, a los que César hizo frente (otros autores los estimaron belgas y britanos), se habían transformado en el carro unipersonal en el que la petulante juventud se exhibía en el fragor urbano. […]

La modalidad de carro de viaje ligero, para un par de pasajeros, y asimismo derivado del carro de guerra, era el covinus. Marcial, poeta satírico del siglo I d. C., fue propietario de uno, obsequio de su amigo Eliano. Incluso cantó en un epigrama las gracias de su regalo, sobre todo de la intimidad que le proporcionaban sus dimensiones y el ser su propio conductor, evitando así el chismorreo del mozo de mulas (determinados vehículos los guiaba el cursor, que iba a pie y dirigía a los animales cogiendo las bridas).

También las carpenta se documentan entre los pueblos galos y los etruscos. En su versión romana, remontable a los tiempos de la monarquía etrusca (641 – 509 a. C.), su uso se reservaba a las matronas y sacerdotes […].

Otros medios de locomoción se caracterizaban por sus grandes dimensiones, que se acomodaban al traslado de equipajes pesados y de unos cuantos viajeros. La raeda -o rheda- y la carruca circulaban sobre cuatro ruedas, pero esta ganaba en elegancia y confort a la primera.  Las raeda sobresalían sobre el resto de transportes de todo trote: Juvenal – otro autor burlesco algo posterior a Marcial- situaba en una sátira a su amigo Umbricio cargando su casa entera sobre una de estas carretas aparcada en la romana Porta Capena, a mudarse a la provincial Cumas. Pero igualmente la raeda correspondía a los modernos coches de posta o diligencias, al admitir a familias completas y a numerosos pasajeros distribuidos en sus filas de bancos. […] Su pesadez explica que en las paradas de postas se les enganchasen ocho mulas en verano y diez en invierno. La carruca, por el contrario, constituía el todoterreno de alta gama de las vías romanas. Conducía a familias enteras, a damas de la Corte, a nobles, magistrados y emperadores. Los senadores las hacían fabricar en plata, y las de los estamentos adinerados se adornaban con columnillas, figuras esculpidas, ricas cortinas de seda y eso sí, una multitud de cojines que hiciesen soportable los zarandeos sobre el empedrado de las calzadas, a pesar de que unos correajes de cuero actuaban como amortiguadores […]


Las esseda, las raeda y otros vehículos se alquilaban a la salida de las urbes y en las posadas y establos distribuidos por los caminos, de los que hablaremos en el siguiente capítulo. Pero las estrellas del transporte público eran dos: el cisium, una calesa descubierta con dos plazas, impulsada rápidamente por una pareja de mulas –también por una sola- y la lectica, por supuesto, conducida a tracción humana, aunque asimismo por mulas si el trayecto se alargaba. El primero se equipara a menudo a nuestros modernos taxis, y el cisarius, al taxista. Su conducción no debía ser precisamente moderada, ya que el Digesto (obra de jurisprudencia compilada en el 533 d. C., durante el reinado del emperador bizantino Justiniano) aludía a los cisia que en su urgencia corrían el riesgo de volcar, y para remate, herir o matar a algún desafortunado peatón; y no pocos autores antiguos atestiguaron la sensación de volar que se vivía en la caja de estos raudos biplaza […]

[…] Los dictados de la reglamentación viaria se orientaban a que se estimulase el uso de las literas en el perímetro urbano, a causa de que el tráfico rodado dentro de las murallas de la ciudad del Tíber durante el horario diurno lo prohibió César en el año 45 a. C., mientras que Claudio extendió dicha ley al conjunto de Italia, al legislar que dentro de los municipios sólo se toleraba ir a pie, a caballo o en lectica.

[…] En el crepúsculo vespertino, los transportistas y arrieros que esperaban en las puertas de la ciudad, de cualquier ciudad con las mercancías acumuladas en almacenes edificados adrede allí, penetraban en procesión, como hileras de hormigas, a distribuir sus productos. Entonces, las ruedas sacudiendo el empedrado, el chirrido de los ejes desengrasados, los bramidos de las bestias y el chasquidos de los látigos, sumados a la cantinela de lo operarios, concertaban un cruel recital que mantenía insomne a los ciudadanos, sobre todo a los habitantes de los barrios populares. Por eso Marcial se quejaba de que toda Roma vibrara en la cabecera de su cama, turbando su sueño… para al fin ser desvelado, a la mañana ¡por las lecciones callejeras de los maestros!".

CUESTIONARIO

1.      Haz un listado con los tipos de transporte rodado que aparecen en el texto. ¿Alguno de ellos fue inventado por los romanos?
2.      Haz un listado de los autores literarios citados en el texto ordenándolos cronológicamente.
3.      ¿Qué carruaje elegirías para que se trasladara una sola persona? ¿Y para el traslado de una familia entera? ¿Y para el traslado de una matrona o de un sacerdote?
4.      ¿Un covinus necesita un cursor? Justifica tu respuesta y explica también qué designan ambos vocablos latinos.
5.      ¿Qué tipo de carro es más confortable, la raeda o la carruca? ¿Cuántas ruedas tienen estos carruajes y para cuántos pasajeros están pensadas?
6.      ¿Tenía amortiguadores una carruca? Justifica tu respuesta basándote en el texto.
7.      Escribe el nombre del vehículo rodado que ha sido comparado con los taxis actuales y señala, basándote en el texto, una de sus principales ventajas.
8.      ¿Esseda y raeda eran carruajes propiedad de particulares? Justifica tu respuesta basándote en el texto.
9.      Escribe el nombre del único medio de transporte romano movido por tracción humana e indica lo que consideres su principal ventaja basándote en el texto.

10.  Explica muy brevemente cómo se organizaba el tráfico rodado en las ciudades del mundo romano.



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